En marzo de 2008, un año antes de que estalle el escándalo de la Gürtel, Álvaro Pérez, el Bigotes, se casa. Con los ojos llorosos y micrófono en mano le dedica unas emotivas palabras a su amigo Francisco Camps: "Un día me vio sufrir y me dijo 'chico, vente a Madrid'. Y aquí estoy, presidente".

Y continúa con los elogios al entonces presidente de la Generalitat Valenciana. "Siempre me ha dado cosas buenas, siempre se preocupa de mí", precisa 'el Bigotes', y deja constancia de la estrecha relación entre ambos con más piropos. Camps agradece el discurso sonriente, desde su mesa, rodeado por la cúpula del partido en Valencia.

Junto a él están el exsecretario general del PP en la comunidad, Ricardo Costa, y los exvicepresidentes Vicente Rambla y Víctor Campos. Ante ellos, 'el Bigotes' se define como "el albañil de la puta política". En la boda hay otro amigo del alma con mención especial: Francisco Correa.

Él y 'el Bigotes' se funden en un abrazo entre lágrimas y en presencia de Camps. El vídeo deja constancia de que Correa mintió cuando aseguró en sede judicial que sólo había coincidido con Camps una vez, en otra ilustre boda. "Le he visto una vez en mi vida, en la boda de la hija de Aznar", aseguró el empresario el pasado julio de 2015.

También deja en evidencia al expresidente y al 'Bigotes', que renegaban de su amistad señalando que sólo les unía una "relación cordial"; una palabra que, a juzgar por las imágenes, se queda muy corta.