¿Qué le pasa a un motor diésel si te equivocas y le echas gasolina? ¿Y al revés?

Uno de los miedos más generalizados a la hora de repostar nuestro coche es equivocarnos y repostar el combustible equivocado. Si nos hemos dado cuenta en ese mismo instante, lo mejor que podemos hacer es no mover el coche y enviarlo directamente al taller para evitar que nadie accione al motor y se pueda subsanar la faena. Aún así, son muchos los que no se percatan del fallo hasta recorridos unos kilómetros, provocando que el combustible equivocado llegue al motor y pueda llegar a producir algún que otro problema. Sin embargo todo depende de la tecnología de tu motor, y si no echa un vistazo y comprueba qué sucede en este vídeo donde fuerzan a dos coches a funcionar con el combustible equivocado. El programa británico Fifth Gear ha sido el encargado de comprobar qué sucede cuando te equivocas al repostar, tanto en un coche con motor diésel como en otro con motor gasolina. Lo primero que debemos tener en cuenta en este vídeo es que la tecnología de sus motores está muy anticuada, algo que hace que este vídeo nos sirva a título orientativo ya que la tecnología de motores actuales hacen que equivocarse de combustible termine en problemas mucho mayores. Un motor diésel moderno, que trabaja con sistemas de inyección de muy alta presión y sistemas anticontaminación muy sofisticados, puede sufrir un avería fatal en el caso de repostar gasolina. Los daños provocados por la presencia de gasolina afectarían principalmente al sistema de inyección, y es que las altas presiones de trabajo provocarían el gripado del sistema por falta de lubricación (el gasóleo sirve para lubricar el sistema de alimentación de combustible) y la detonación de la gasolina al mínimo contacto con oxígeno, altas temperaturas y presiones. Además, las altas temperaturas que se alcanzarían dañarían gravemente los sistema anticontaminación como los FAP o los nuevo catalizadores SCR.

En el caso contrario, repostar diésel en un coche gasolina, los problemas suelen ser menores, además de que debido a la diferentes medidas del boquerel del surtidor hacen imposible introducir una manguera de gasóleo en un vehículo gasolina. La naturaleza de los motores que trabajan con gasóleo, motores de combustión y no de explosión, hacen que la presencia del gasóleo en la gasolina sólo pueda afectar a filtros, a la medición de sensores ante la falta de capacidad de la bujía para inflamar la mezcla y a la propia bujía por su deterioro. Con los modernos motores turboalimentados y de inyección directa, los problemas pueden ser mayores, pero la mayor presencia de gasóleo en lugar de gasolina en la mezcla provocará que el motor no consiga mantener su funcionamiento, ni siquiera a ralentí.