La Agencia Espacial Japonesa ha descubierto algo cuya existencia ya se sospechaba desde hace mucho pero de lo que no se tenía evidencia hasta ahora, se trata de una enorme cueva en la Luna que supera los 50 kilómetros de largo y los 100 metros de ancho. La principal hipótesis señala que podría ser un tubo de lava formado por la actividad volcánica de hace 3.500 millones de años.

Los expertos en aeronáutica aseguran que, en un futuro, esta cavidad descubierta a través de los datos facilitados por el orbitador lunar 'Selene', podría utilizarse para dar cobijo a astronautas que formasen parte de una hipotética colonia. Éstos encontrarían en la cueva la manera de protegerse de peligros como la radiación solar y las bajas temperaturas características de la Luna.

Junichi Haruyama, investigador de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial explica: "Sabíamos algo de estos lugares, que se creía que eran tubos de lava, pero su existencia no había sido confirmada hasta ahora". A su vez, asegura que "se revelarán muchos detalles" cuando sea posible ver el interior de la cueva.

Este es un importante avance en el plan espacial de Japón, que pasa por enviar astronautas a la Luna el año 2030 igual que pretende la NASA. De hecho, ambas potencias tratarían de construir, en una misión conjunta que tendrá lugar antes de 2025, una estación espacial en la órbita lunar, como parte de los planes de la agencia estadounidense para llegar a Marte