Un grupo de vecinos causó destrozos en una plaza de toros portátil situada en el municipio de los Santos de la Humosa tras la suspensión de un encierro.

El Ayuntamiento ha denunciado a través de las redes sociales la situación, y se explica afirmando que "durante el encierro del día 11 los servicios veterinarios comunicaron al Equipo de Gobierno, que dos de los novillos no podían ser declarados válidos porque no eran utreros, superaban la edad de tres años, y en consecuencia eran reses que no reunían las condiciones bajo las cuales se autorizaron los eventos de aquel día, ni tampoco las que recogían las pólizas de seguro contratadas al efecto".

En un comunicado, el Gobierno del municipio añade que "esta información fue la que se tuvo en cuenta para adoptar la decisión de cancelar el encierro y devolver las reses, todo ello con la finalidad de proteger tanto los intereses del Ayuntamiento, como la responsabilidad directa del Equipo de Gobierno que hubiera supuesto el desencajonamiento".

De esta manera, el Ayuntamiento deja claro que no actuó de forma arbitaria, y que la decisión tomada fue la mejor de todas las que existían ante la situación que se presentaba. Diez personas han sido denunciadas por la Guardia Civil y por la Policía Local, según informa 'el Mundo'.