La derogación del derecho federal al aborto en Estados Unidos no ha sido producto de ninguna casualidad. Lo que está pasando en el país norteamericano es la culminación de un plan puesto en marcha hace décadas por los ultraconservadores para controlar la corte suprema. El periodista de Newtral.es Emilio Doménech ha analizado en laSexta Clave por qué ha llegado EEUU a esta situación. Todo nace, dice, de la pretensión por parte del movimiento judicial conservador de nominar a jueces que se opusieran al aborto a lo largo de los últimos años.

A principios de los años 90, este bloque logró poner a jueces conservadores en la Corte Suprema con ese propósito, si bien el tiro les salió por la culata porque Sandra Day O'Connor, que fue la primera jueza mujer en la historia del Tribunal Supremo tras ser nominada por el republicano Ronad Reagan, terminó posicionándose a favor del aborto en una de las decisiones más trascendentales del Supremo. Para evitar de nuevo un caso similar, este sector reaccionario de Estados Unidos fue más allá.

Esto es, todos los jueces que se han propuesto desde entonces por presidentes republicanos en las últimas décadas han tenido un marcado perfil ultraconservador para asegurarse de que en ningún caso pudieran votar a favor del aborto en decisiones futuras. Así, han ido colocando las piezas poco a poco, y ahora estamos viendo el resultado de ese plan para controlar la justicia en EEUU. Un plan que tiene un nombre propio: Donald Trump. Sin él, no se entiende esta toma del poder.

En solo cuatro años, el expresidente de EEUU ha podido confirmar a tres jueces para el Tribunal Supremo, todos ellos con historiales conservadores o ultraconservadores, sobre todo porque son perspectivas judiciales muy adscritas a ese conservadurismo estadounidense con profundas raíces religiosas. Cabe destacar en este punto que en septiembre de 2020 falleció Ruth Bader Ginsburg, jueza icónica del progresismo en Estados Unidos, y eso posibilitó que Trump pudiera poner a una nueva jueza ultracatólica en el Tribunal Supremo, una de las juezas que se ha posicionado en contra del aborto.

Así las cosas, la presencia de Trump en la Casa Blanca ha sido determinante para reestructurar este Tribunal Supremo que no solo es conservador ahora, lo va a ser para las siguientes generaciones porque los jueces nominados por él son muy jóvenes. El plan de los republicanos, conservadores o ultraconservadores no solo afecta al aborto. También ha provocado una ola reaccionaria que quiere incluso prohibir los anticonceptivos. Esto, en concreto, tiene que ver con la interpretación de la decimocuarta enmienda, que es a través de la cual también se infería el derecho constitucional al aborto.

La base argumentativa para la sentencia que se publicó este viernes contra el aborto es la misma que podría acabar con esas decisiones previas del Supremo que protegen el derecho al uso de anticonceptivos o al matrimonio interracial, aunque en el primer caso es poco probable que ocurra porque un Estado tendría que aprobar una norma así de prohibitiva. ¿Y al matrimonio entre homosexuales también? Es diferente porque su aprobación tuvo lugar en el año 2015, y jueces que por entonces se opusieron al matrimonio homosexual siguen estando en la Corte, por lo que sí podríamos ver una decisión futura de estas características.